Mario Gilberto Godoy Lozada era nativo de Trujillo, muy joven formó parte de los bomberos de esa ciudad. A principios de la década de los 70 del siglo XX, el Sargento (B) Bruno Navas lo motiva para que se venga a la ciudad de Boconó y colabore en el fortalecimiento del cuartel de bomberos del Jardín de Venezuela, que tenía pocos años de fundado y requería de personal para prestar servicios a la comunidad.
Mario Godoy durante su permanencia en la institución bomberil ocupó varios cargos, logró sus ascensos de acuerdo a las leyes, pasó a retiro con el rango de Sargento Mayor. Al estar en esta condición decide quedarse en Boconó, cultivó muchas amistades, por donde pasaba siempre la gente o los amigos le decían Sargento Godoy, la respuesta al saludo no se hacía esperar. Quienes le conocieron decían que tuvo muchas habilidades para distintos oficios, plomero, soldador, albañil y ese don de gente que siempre lo caracterizó hasta el último día de su vida. Literalmente como fueron sus últimos años de vida murió, a la misa de su sepelio que se realizó en la iglesia de Santa Rosa en Trujillo, acudieron sus familiares más cercanos y un pequeño grupo de amigos. Sus restos fueron sepultados en el cementerio de Torococo, poblado en la vía Monay Carache. Alguien muy cercano a él dijo que el Sargento Godoy había expresado en una oportunidad que al morir deseaba que lo enterrarán en Boconó, pero esto no fue así, sabemos donde nacemos pero no donde morimos.
El Sargento Godoy falleció en el hospital Pedro Emilio Carrillo de la ciudad de Valera, a donde fue llevado desde Boconó a raíz de un traumatismo cráneo encefálico que sufrió luego de una caída, contaba para la fecha con poco más de sesenta años.
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